Cientos de inmigrantes colapsaron ayer la Oficina de Extranjería del Polígon de Llevant para regularizar su situación antes de la entrada en vigor de la modificación de la Ley de Extranjería el próximo lunes, pese a que el delegado del Gobierno en Balears, Miquel Ramis, afirmó que los 13.000 expedientes que en estos momentos están en fase de tramitación en las Islas se regirán por la legislación anterior. Ramis atribuyó las colas de inmigrantes que se apostaron desde la madrugada del jueves ante las puertas de la Administración Periférica del Estado «al alarmismo y la desinformación que siempre se produce entre este colectivo cuando se anuncia cualquier reforma de la ley».
El delegado del Gobierno quiso transmitir un mensaje de tranquilidad a los afectados y destacó que todos los expedientes iniciados antes del próximo lunes van a ser tramitados según la legislación anterior, por lo indicó que cualquier trámite pendiente en los expedientes en fase de tramitación podrá ser cursado con posterioridad al lunes. El delegado del Gobierno afirmó que la reforma tiene por objetivo «adaptar la Ley de Extranjería a la realidad de la inmigración, facilitar la inmigración legal y perseguir la ilegal», al tiempo que pretende suprimir trámites burocráticos para agilizar la resolución de los expedientes.
Como principales efectos prácticos, el delegado del Gobierno anunció que a partir del lunes ningún trabajador inmigrante podrá iniciar su expediente de regularización, sino que lo deberá de hacer un representante acreditado de la empresa que lo contrate. No lo podrá hacer un graduado social u otra figura externa. «A partir del lunes no se recogerán papeles a los inmigrantes», informó. Ramis anunció que el próximo lunes se reunirá con empresarios, sindicatos y colegios profesionales de las Islas para explicarles todas las novedades en materia de extranjería, entre las que también destaca la modificación de la manera de tramitar la solicitud de los visados para permanecer en España.