El Comité Federal del PSOE tiene la última palabra sobre las candidaturas del partido a las generales y no ratificará ninguna candidatura de Balears que no venga con el aval de Francesc Antich. Ese es el mensaje que ha lanzado José Luis Rodríguez Zapatero, a través de su número dos, José Blanco, a los socialistas de las Islas. «Haremos lo que diga Antich» dijo Blanco en una reunión que mantuvo con los coordinadores insulares durante su última visita a Palma, según ha trascendido ahora a la vista de los problemas surgidos en el seno del partido para que Francina Armengol (secretaria general de la Federación Socialista de Mallorca) pugne en las agrupaciones del partido por ser la cabeza de lista por Balears en sustitución de Teresa Riera.
Francina Armengol aseguró ayer que ella aceptaría lo que decidieran las asambleas -hoy se abre el plazo para presentar candidaturas- pero que no iba a pedir expresamente el voto. Armengol consideró que su sitio está ahora en Mallorca. Las dudas de Armengol han puesto muy nerviosos a algunos dirigentes socialistas de Palma que ven peligrar el «pacto no escrito» entre los socialistas palmesanos y Antich tras la supresión de la Unión Socialista de Palma. En virtud de este pacto, Antich aceptó apoyar a Joaquín Bellón para el Senado a cambio de que Palma votase a quien éste propusiera, aunque fuese Armengol.
Según conocedores de los entresijos del partido, Margarita Nájera tendría ahora mismo más posibilidades que Armengol de salir elegida en una votación secreta. Precisamente Antich se ve esta semana con los críticos de Calvià. Ante la poca disposición de Armengol a ser cabeza de candidatura, la dirección socialista ha vuelto a lanzar los nombres de Mercé Amer, Aina Calvo, Aina Salom o Joan Mesquida. Afines a Antich, por su parte, mantienen que sólo el ex president reuniría apoyos de todo el partido pues sigue siendo el «principal referente del PSIB». Además, José Blanco ya dejó claro que no descartaba insistirle.