El Consell de Mallorca aprobó ayer el Plan Territorial de Mallorca sin llegar a levantar las moratorias. La aprobación del Plan no tendrá vigencia hasta el próximo mes de enero, por lo que la institución insular ha preferido no levantar las moratorias para evitar que durante este mes se produzca un coladero de licencias. Como ya se esperaba, el Plan salió adelante con los votos de PP y UM y el voto contrario de todos los partidos de la oposición. El conseller de Territori del Consell, Bartomeu Vicens, aseguró que el documento aprobado ayer no es el Plan de UM ni del PP, sino el plan posible que ha salido gracias a aportaciones de todos los grupos con representación en el Consell. Vicens lo definió como «equilibrado y ambicioso». Añadió que permite contener el crecimiento y recuperar zonas turísticas degradadas. Vicens aseguró estar dispuesto a estudiar todas las aportaciones que se presenten en la fase de exposición pública del documento. Vicens reconoció que el documento contiene errores materiales y gráficos, pero anunció que se aprovechará la fase de alegaciones para modificar y corregir estas deficiencias.
El portavoz del PSOE en materia territorial, Antoni Alemany, pidió al conseller de Territori que retirara la propuesta para poder seguir negociando. Alemany reconoció que el Plan «tiene cosas bien hechas», pero también alertó de que presenta defectos en su tramitación. Negó que sea al mismo documento que el aprobado por PSOE y UM y aseguró que el número de zonas protegidas que quedan reguladas se reduce de 46 a 4 y desaparecen algunas desclasificaciones. «Han roto todos los posibles caminos de acuerdo», dijo.
Para Antoni Alorda, del PSM, el Plan no sólo no pondrá freno al crecimiento, sino que permitirá batir récords de urbanización nunca vistos en la Isla. Acusó a UM de hacer «camuflaje ecologista» porque el documento permitirá la urbanización crezca un 50 por ciento más. Marilena Tugores, portavoz de EU-EV, opinó que UM ha apostado por un modelo desarrollista que permitirá seguir creciendo en suelo urbano y rústico y lamentó que el Plan consagre actuaciones como los nuevos modelos de autopistas o el incremento de los campos de golf.