Silvia Munt llegó a mediodía de ayer a Palma, coincidiendo en el espacio con los jugadores del Real Mallorca. Llegaba sola, tirando de una maleta plateada. «Vengo invitada por el Festival de Cinema de Mallorca donde me hacen una retrospectiva -hace un gesto de un segundo de duración, como si hiciera memoria-... Creo que serán media docena de películas de las 35 que he hecho como actriz, y de las que he hecho como directora, entre otras «Gala», que se está pasando por toda España».
-¿Cómo es que una actriz de larga trayectoria y con dos
Goyas en el bolsillo, por «Alas de mariposa» y por el corto
«Lalia», se hace de pronto directora?
-Ante todo, por necesidad de creatividad. Cuando tienes ganas de
escribir tus cosas y de hacerlas a tu manera, y no a la manera de
los demás, has de dirigir tú.
-¿Qué opina una actriz como tú, con un largo camino
recorrido, pero que sale de tarde en tarde en televisión, viendo
aparecer en ella a personajes que no son nadie... ya me
entiendes?
-Sí. Y por ello, si yo fuera pequeñita, lo único que no querría es
ser famosa. Ya que famoseo es igual a gente sin escrúpulos. Por un
lado y por otro, eh. Porque si hubiera gente que no les diera
cancha... Porque estoy convencida de que el público es quien menos
culpa tiene, ya que si le das algo bueno, lo ve; y si es malo,
tambien lo va a ver. ¿Por qué? Porque es un ente excesivamente
dúctil. Y todo lo que pasa ahora forma parte de la cultura obvia,
vulgar y basura en la que estamos metidos, por lo que la única
manera que tenemos de salir de ella es haciendo contracultura.
-Siempre se ha dicho que el catalán, por norma general,
es persona de seny, sin embargo, se dice que el rey de la
telebasura española es catalán. Sardà.
-Lo deseny -Silvia frota el pulgar contra el índice- es para el
dinero, eh. Una de las cosas que más ha motivado chistes sobre esto
es el afán, o preocupación, por el dinero como valor de la vida
dentro de la cultura catalana. Y todos sabemos que Sardà está
ganando muchísimo dinero. Pero -matiza-, hay muchos catalanes que
no son así -y tras una breve pausa, prosigue-: Conocí al Sardà de
antes... y la verdad es que no dejo de alucinar cada día. Era un
tipo serio y listo, que hacía entrevistas brillantes. Era muy
interesante La ventana, a la que fui muchas veces. Lo malo es
cuando una persona empieza a creerse que lo que hace está bien. Yo
pienso que él, ahora mismo, cree que lo que hace está bien.
De las películas que Silvia ha hecho hasta hora destacaría «Todo está oscuro, «El viaje de Arian»... «¿Que si me ha costado desencasillarme de la Plaça del diamant? Creo que le ha costado desencasillarse más a la gente».
Pedro Prieto