El puerto de Palma dio la bienvenida ayer al gigantesco trasatlántico de cruceros holandés Oosterdam, que recibió una metopa conmemorativa de su temporada inaugural en Mallorca por parte de la Autoritat Portuària, en presencia de su agente consignatario Miguel Puigserver. Inspirado en los grandes liners de la legendaria naviera Holland America Line, este paquebote entregado el pasado mes de julio por los astilleros italianos de Fincantieri representa la última expresión en materia de cruceros turísticos de gran lujo.
Sus 24 espacios públicos para 1.800 pasajeros configuran una gran galería de arte, con numerosas antigüedades, pinturas y esculturas valoradas en tres millones de euros. Entre ellos destaca el elegante atrio, el gran teatro y el espectacular restaurante de dos alturas con balconada y escalinata en espiral, que rememoran la edad de oro de los grandes trasatlánticos.
No en vano, con sus 85.000 toneladas de registro y 290 metros de eslora por 32 de manga encabeza la flota de H.A.L. que ya suma 13 palacios flotantes cuyos itinerarios recorren todo el mundo. La acomodación se fundamenta en suites y apartamentos con terraza privada que ocupan buena parte de la superestructura, realzada por dos chimeneas que coronan su revolucionaria planta motriz de tipo azimutal, impulsada por turbinas de gas.
Gabriel Alomar