Antoni Gil, un histórico en el mundo de la restauración de Mallorca, renunció ayer al cargo de presidente de la patronal que ejercía desde hace doce años. En el transcurso de una reunión celebrada por la Asociación Empresarial de Restauración de Mallorca, Gil comunicó a sus compañeros que cuestiones de índole personal le habían aconsejado dejar un puesto que llevó con seriedad y discreción, según sus colegas de profesión.
Próximamente, los empresarios del sector celebrarán una asamblea general y hasta entonces, el cargo de presidente lo desempeñará Antoni Mas. En el caso de que los asambleístas opten por celebrar elecciones, se abriría un período electoral abierto a cualquier candidato. Si no es así, Mas podría seguir al frente de la patronal hasta el año 2005, cuando se cumplía el mandato de Antoni Gil.
Este diario intentó ayer, sin éxito, localizar a Gil, y el propio gerente de la asociación, Eduardo Suárez del Real, explicó que sería «difícil» hablar con él debido a que se encuentra muy afectado.
Gil se había volcado en los últimos años para modernizar a un sector atomizado en Balears y bajo sospecha debido a las críticas continuas por parte del sector turístico por sus elevados precios.