El belén de Cort se inauguró a primera hora de ayer en un acto donde el coro de alumnos del colegio Nuestra Señora de la Esperanza, de Palma, cantaron villancicos. El alcalde de Ciutat, Joan Fageda, rodeado de niños y niñas, encendió la iluminación y el mecanismo del tradicional belén navideño que realizó Damián Bennàssar. Un total de 300 piezas de elaboración artesanal desprenden todo el encanto y magia de este belén de oficios, donde todas las figuritas muestran las antiguas tradiciones de Mallorca, como las matanzas, la pesca a bordo de una embarcación de vela latina, zapateros, bordadoras, etc.
Estas piezas están elaboradas con un delicado y laborioso proceso, tras ser modeladas se dejan reposar antes de introducirlas en un horno a más de 200 grados; finalmente se dejan 24 horas más en reposo y se pintan con todo tipo de detalles. Hasta el angelito que posa sobre el nacimiento va vestido de payés abriendo sus alas. El belén, que está situado en el vestíbulo del Ajuntament, puede ser visitado por los ciudadanos.
En esta ocasión, ha sido instalado por Pedro Bennàssar y su mujer, Joana Far, quienes continúan la labor del desaparecido Damián Bennàssar. Más de 50 metros de tela, 80 kilos de escayola, 75 kilos de tierra, tres sacos de piedras, cartones, hojas de oliveras, etc., han sido utilizados para decorar el entorno de esta majestuosa maqueta navideña.
Las primeras apariciones de este tipo de figuras se remontan al año 1979 en una exposición realizada en La Caixa; posteriormente el belén se trasladó hasta el Pueblo Español y después se montó en el Consell Insular, pero antes de estar expuesto finalmente en el Ajuntament de Palma, estuvo en la capilla de la Misericòrdia. Así pues, desde 1979 hasta nuestras fechas el belén ha recorrido muchos lugares y cada año incorpora nuevos detalles y mecanismos.
J. Aguirre