«En el breve plazo de 10 días, los casi 370.000 habitantes de Palma han podido comprobar que no existen para el Govern», señaló el alcalde de Palma, Joan Fageda, en el inicio de su exposición, muy crítica, contra las últimas actuaciones del Ejecutivo balear. Cabe recordar que el pasado viernes el Consell de Govern aprobó una inversión de 12 millones de euros para diversas obras de mejora de la red local de carreteras en los municipios de Alcúdia, Porreres, Sóller, Petra, Escorca, Felanitx, Marratxí, Montuïri, Binissalem, Santanyí, Campos, Manacor, Calvià, Llucmajor y sa Pobla, quedando excluida Palma.
Fageda recordó que hace dos semanas el Consistorio también quedó excluido de las ayudas que el Govern concedió para paliar los daños del temporal de noviembre. Sobre este punto, el Ejecutivo balear señaló en su momento que Cort no había remitido la documentación necesaria, y sobre la inversión aprobada el viernes el Govern afirmó que el decreto de ayudas limita las subvenciones a vías de ronda o a la mejora de los empalmes con enlaces de carácter insular y que Ciutat no cumple estas condiciones.
«Las relaciones de colaboración que tendrían que regir entre dos instituciones tan significativas como el Ajuntament y el Govern, nuestro Govern, y quiero remarcar la palabra 'nuestro', porque es o se supone el Govern de todos, están absolutamente deterioradas», dijo, y añadió: «Nunca en toda la historia del Govern balear se había llegado a este punto de crispación. Nunca, en los últimos 25 años, se había visto Palma tan humillada como ahora».
Fageda indicó que los accesos a la ciudad «precisan un plan urgente de mejora y reformas». «Cada día, miles de ciudadanos, ya sean residentes en nuestro municipio, procedentes de otras localidades o turistas, sufren las tensiones y los problemas que provoca una circulación lenta en los accesos a nuestra ciudad», prosiguió. «De momento, lo único cierto es que Palma ha quedado fuera de las ayudas por puras razones sectarias», concluyó.