La consellera de Salut i Consum, Aina Salom, afirmó ayer que desde el día siguiente a la recepción de las transferencias sanitarias «se puso en marcha la primera mesa de conversaciones sobre los temas que nos implicaban a todos, se hizo un cronograma para establecer cuestiones como la homologación y otros asuntos que ya se han resuelto». Tras lamentar el encierro de representantes de CC OO y CSI-CSIF, «cuando parecía que se encauzaba el diálogo hacia un punto de encuentro y teníamos un calendario de reuniones», Salom expresó su sorpresa ante esta acción «sin que se sepa muy bien el porqué».
La consellera dijo que «siempre ha habido diálogo con todos los sindicatos y, siendo que las conversaciones van bien y que el calendario consensuado con todos los sindicatos sigue en marcha, sería bueno para todos no tener que recurrir a estas acciones que son dolorosas para todos», comenta. Respecto a la dimisión del director del hospital General que reclaman los sindicatos, Salom recordó que «quien tiene la competencia para cesar a alguien es la consellera» y aseguró que Carbonero y todo su equipo, «que trabajan intensamente para transformar el General en hospital sociosanitario, seguirán en sus puestos».
Por su parte, los sindicatos CC OO y CSI-CSIF continúan con sus encierros en Es Pinaret e IB-Salut y piensan seguir celebrando concentraciones, como la que se produjo ayer por la mañana en Son Dureta, en los centros hospitalarios. Los sindicalistas encerrados en el IB-Salut han redactado una carta pública en la que denuncian «el trato inhumano y la explotación a la que están sometidos los trabajadores vigilantes de seguridad de la compañía encargada de nuestro control mientras dure el encierro» y han anunciado nuevas y más duras movilizaciones.