Pues estaba escrito. Àngela, sin poderse agarrar a ninguna parte, pues en el cuarto de baño no le han instalado ninguna barra en la que sujetarse "y eso que compró una casa adaptada a minusválidos, como rezan los papeles", al ir a recuperar el rollo de papel higiénico que se le había caído al suelo, se resbaló golpeándose en la cadera y produciéndose una fisura, la cual la ha mandado a la cama sin remisión, donde debe permanecer, por prescripción facultativa, por espacio de dos semanas. El médico que la estuvo viendo recomienda en el parte que le ofrezcan ayuda, pues al carecer de piernas, tener problemas en las manos y estar golpeada en la cadera, no puede valarse.
Àngeles cuenta que el pasado jueves llamó a la asistenta social de zona, a quien le mostró el papelito del médico pidiéndole que le mandara a alguien a que la ayudara, «o que me dieran dinero para pagar a esa persona. La asistenta social en cuastión me dijo que ya hablaríamos de todo eso el lunes (hoy para el lector), cuando, yo, repito, me caí el jueves y sin ayuda no me puedo valer», explica.
Cuenta Àngeles desde su lecho, del que apenas se puede mover, que se lo dijo a un concejal del PSOE, para más señas delegado en Son Ferrer, quien le respondió «que ya pasaría a verme, cosa que no ha hecho todavía. Igualmente "continúa", contacté con el concejal de UM, vecino mío, y me dijo que poca cosa podía hacer él».
Bien, pero algo se tendrá que hacer, ¿no? Cualquier cosa menos dejarla desatendida, que lo estaría por completo de no ser porque le echa una mano su hija... minusválida. (Esto, desde luego, en elecciones no pasaría).