En los últimos once años se han detectado en Mallorca un total de 179 casos de animales que han muerto por envenenamiento y esto, según los expertos, es «sólo la punta del iceberg» ya que se estima que sólo se descubren y se comprueba la causa del fallecimiento en el 10% de los casos. Este es uno de los datos incluidos en las conclusiones del «Congreso Internacional sobre el uso ilegal de veneno» que se celebró en Alcúdia en marzo de 2000, resoluciones recogidas en un informe que fue presentado ayer por la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, el director de proyectos de la Fundación para la Conservación del 'Voltor' Negro, Juan José Sánchez, y el fiscal de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, Adrián Salazar.
Rosselló aprovecho la presentación para anunciar la creación, a medio plazo, de un programa contra el uso de venenos para controlar a los pequeños depredadores. En este sentido la consellera destacó la necesidad de emplear todos los instrumentos legales y administrativos para frenar esta práctica ilícita especialmente porque suponen una fuerte amenaza para especies protegidas como el voltor negro y el milano real, «sólo en Menorca han muerto en 10 años 45 milanos y de las 13 crías de voltor que han nacido en Mallorca en los dos últimos años sólo viven tres», señaló.
Asimismo destacó que agilizarán la tramitación administrativa de las denuncias por estas prácticas, pidió la colaboración de los cazadores para «promover una gestión cinegética más sostenible» y recordó que han puesto en manos del TSJB el caso detectado hace una semana en una finca de Santa Eugenia «donde había 36 cebos envenenados».