Los partidos de Balears acogieron ayer con división de opiniones la ofensiva autonomista lanzada por CiU y, en concreto la posibilidad de que el Gobierno central y la Administración del Estado vaya perdiendo peso en las comunidades. El modelo de CiU incluye la propuesta de que el presidente de la respectiva comunidad autónoma ostente la máxima representación del Estado en la comunidad. Para el portavoz del PP, José María González Ortea, en estos momentos es arriesgado lanzar propuestas de este tipo. Consideró «imprescindible» que haya una Delegación del Gobierno y que el Ejecutivo central siga teniendo representación en las distintas comunidades.
Para el secretario de organización del PSOE, Damià Cànoves, la propuesta de CiU roza la inconstitucionalidad ya que el presidente del Gobierno central siempre está por encima del presidente de la Comunitat Autònoma. El resto de partidos de Balears se pronunciaron en sentido inverso. El secretario de organización del PSM, Joan Antoni Salas, recordó que el programa de la formación nacionalista ya recogía la supresión de la Delegación del Gobierno y de toda la Administración Periférica del Estado, de forma que la única representación del Estado en las comunidades autónomas sería la propia organización autónoma.
Para la presidenta de UM, Maria Antònia Munar, la máxima representación del Estado en cada comunidad autónoma debe ser el presidente del gobierno autonómica. Munar apoyó la propuesta de CiU y consideró que está encaminada a conseguir más autogobierno. Para Munar los delegados del Gobierno nunca pueden estar por encima del president de la Comunitat. En representación de EU, Marilena Tugores consideró razonable la propuesta de CiU en algunos aspectos. No obstante, reiteró que la coalición de izquierdas defiende la estructura federal del Estado, más allá de la mera cuestión de representatividad.