El juez instructor del 'caso Bitel', el supuesto caso de espionaje electrónico al correo de Francesc Quetglas, ha decidido el archivo de la causa al entender que no existen indicios de delito. El juez considera que no hay indicios de que el «hecho cierto y contrastado» del redireccionamiento indebido «hubiese sido intencionado y con la finalidad de descubrir los secretos de don Francisco Quetglas Rosanes o vulnerar su intimidad». El auto señala que tampoco hay indicios de que alguno de los imputados en la causa o el anterior president del Govern, Jaume Matas, se hubieran «apoderado» de los mensajes de correo electrónico.
La decisión del juez está precedida de un largo preámbulo que parte del hecho indiscutible de la existencia del indebido redireccionamiento. El juez se apoya en los argumentos dados por el perito Damián Vidal y por los funcionarios de la Unidad de Investigación de la Delincuencia de Tecnologías de la Información de la Policía Judicial para concluir que el redireccionamiento se produjo por error. Por el contrario, el juez cuestiona todos y cada uno de los argumentos aportados por el perito del Govern. Cree que su informe contiene «conjeturas» y añade que las conclusiones «no se apoyan en dato objetivo alguno o, a falta de los mismos, en tesis razonable, lógica, conforme a las reglas de la experiencia».
Si existe alguna duda acerca de que el redireccionamiento fue un error se disipa con la simulación audiovisual que se hizo en tiempo real: «Son muchos los fallos técnicos detectados tras la investigación que indican la falta de un adecuado control en la entidad Bitel». Añade que el software era deficiente y la persona que realizó el correo carecía de la necesaria experiencia para ejecutar tales operaciones. El juez también desmonta la tesis de que los correos que llegaron a Sebastià Vallori fueron leídos por este. Circunscribe a 15 o 17 los correos que recibió Quetglas antes de que tomara posesión el nuevo Govern y cree que el documento que mostró Matas en el Parlament pudo lograrse a través del ex conseller de Medi Ambient, Miquel Ramis.
Lo mismo sucede con el documento interno del PSOE, del que se dice que se ignora si esta fichero pudo llegar a la carpeta a través de otro medio. No queda contrastado que Vallori archivara el documento y afirma que ni siquiera se ha podido acreditar con imparcialidad las circunstancias relativas al documento. Rafael Perera, abogado de Sebastià Vallori elogió el auto del juez y aseguró que no le había causado la más mínima sorpresa. Sí consideró que el fiscal ha acreditado un «celo excesivo». Fuentes de la Fiscalía no consideraron anómalo que el juez archive el caso antes de que el Fiscal General del Estado se pronunciara sobre la petición de la Fiscalía de Balears de imputar a Matas.