El Día de San Valentín, la jornada de los enamorados, es un buena ocasión para regalar a «esa» persona especial un buen obsequio. Ayer las tiendas y floristerías de Palma mantuvieron un buen nivel de concurrencia. En la Rambla era frecuente ver a muchos hombres eligiendo una flor. Sin embargo, los efectos de la crisis económica y la entrada del euro se han hecho notar. La florista Margarita Noguera aseguraba que: «El año pasado llegaba un joven y compraba un ramo, ahora sólo adquiere una rosa. No sé, la gente gasta menos».
Raquel Suñé, dependienta de la tienda Artemis, decía que «las ventas han flojeado un poco, hay un enamoramiento por el euro. Hemos vendido velas corazón y sobre todo mucho rojo, pero la gente piensa que el dinero ahora se va más rápido». Conrado C. se paseaba ayer por Via Roma en busca de flores, hasta que se paró en la tienda Flors Pep Lluís, donde compró unas cuantas rosas. «Una es para mi madre», añadió. Este año la asociación de floristas de la Rambla unieron fuerzas y repartían boletos de un sorteo para ir a cenar en el Bahía Mediterráneo. Todo era válido para llamar la atención de los compradores.
Las joyerías y perfumerías también fueron dos establecimientos muy visitados. Anillos, collarines, pendientes, colonias... No obstante, en este tipo de tiendas había más mujeres que hombres. El miércoles por la tarde, mucha gente también llenó los comercios. En definitiva, la gente sigue enamorada y continúa comprando, pero menos.