El director de la Escola d'Oficis Artesans «Sa Gerreria», Jesús Mullor, dio a conocer ayer que a partir del próximo mes de marzo se ofertarán, por primera vez, diversas plazas independientes de las que se encuadran ahora en los diferentes cursos que se están haciendo en la escuela, todos ellos subvencionados, «para dar respuesta a la gran demanda que hay en estos momentos y sacar el máximo provecho de las instalaciones que tenemos», dijo Mullor. En la actualidad hay 109 alumnos en todos los cursos y han pasado por la escuela alrededor de 300 aprendices. «Los cursos subvencionados están orientados para preparar a los asistentes para una futura inserción laboral», destacó el director de la escuela.
Por lo que respecta a los cursos no subvencionados que se iniciarán a partir de marzo, Mullor indicó que «podrán matricularse en los mismos personas que no se encuentren en situación de desemplo», añadió, y recordó que hasta el momento han recibido más de cuatrocientas solicitudes. Los primeros cursos serán de marzo a mayo.
«En proporción a los precios que hay en el mercado, matricularse aquí resultará más barato», señaló Mullor, y puso varios ejemplos: «Un curso de joyería de 84 horas costará, incluido el material, 120 euros al mes, es decir, 360 euros en total, y un curso de encuadernación costará 60 euros al mes». Mullor indicó, a modo de conclusión, que «serán precios asequibles teniendo en cuenta la cantidad de horas que se hacen», resumió.
Sa Gerreria: camino hacia la
rehabilitación
El director de la Gerència d'Urbanisme de Cort, Carles Rullán,
indicó que una vez pasada la fase de instruir los expedientes
expropiatorios, empezará a lo largo de este mes en sa Gerreria la
fase de derribar los viejos edificios. En estos momentos, «se
comunica a las personas que aún viven en estas viviendas que hay un
decreto que les obliga a que las abandonen y se solicitan las
correspondientes autorizaciones judiciales para sacar a la gente
que viva de forma irregular en dichas viviendas», dijo. Ahora se
está haciendo un inventario de quién está viviendo en esos
edificios y compartimentando la unidad 2B de sa Gerreria. «Cuando
varias fincas de una misma calle están totalmente abandonadas y
tenemos la seguridad de que no queda nadie en ellas entonces se va
tapiando la calle y ese espacio ya queda a punto para derribarlo»,
destacó, y señaló que la empresa concesionaria está interesada en
hacer el derribo por manzanas y no casa a casa. «Habrá una
rehabilitación integral de la zona», concluyó.