La junta directiva de la Federación Hotelera de Mallorca ratificó ayer la decisión de la última asamblea general de la patronal, en el sentido de que no se va a negociar con el Govern el cobro de la ecotasa y preparar, una vez esté publicado el reglamento del impuesto, los recursos contra el reglamento y contra el primer pago de la ecotasa, según señaló ayer el presidente de la Federación, Pere Cañellas. Ante los rumores de una posible dimisión, Cañellas indicó que estaba muy tranquilo, «no hay nada en este sentido y desconozco de donde ha podido salir tal información, dado que es absolutamente falsa».
La Federación recibió ayer decenas de llamadas de asociados, presidentes de zonas hoteleras y miembros de cadenas hoteleras para apoyar la estrategia adoptada y a su presidente, «está claro que no vamos a negociar nada con el Govern, a no ser que quiten la ecotasa, dado que las noticias sobre contactos de hoteleros con el Govern lo único que intentan es confundir y dividir a los hoteleros. A estos empresarios les hemos dicho que tienen toda la libertad para hablar con quien quiera, pero siempre a título personal y nunca representando al sector, que está totalmente en contra de cualquier tipo de negociación con el Ejecutivo que preside Francesc Antich y con el conseller de Turisme, Celestí Alomar».
La asamblea general que tendrá lugar a finales de este mes, «analizará todos estos acontecimientos, así como la evolución de los mercados y lo sucedido en la feria Fitur». Cañellas volvió a insistir en que hay una «guerra mediática para intentar dividir a los hoteleros, cuando la unidad es más que patente contra un impuesto que va a perjudicar a los intereses turísticos y económicos de las Islas. Nosotros nos mantenemos en la misma actitud: no a la ecotasa, presentar todos los recursos posibles y llegar hasta las últimas instancias, caso de Estrasburgo, y ofrecer la mejor calidad a nuestros clientes».
El conseller de Turisme, Celestí Alomar, reconoció ayer que hay un grupo de hoteleros que han iniciado contactos con el Govern para tratar sobre la aplicación del impuesto turístico, «hay que diferenciar entre contactos y negociaciones» matizó Alomar. «En todo caso, me remito a las declaraciones del president Antich en Fitur en las que dejó claro que el Govern mantiene la puerta abierta a dialogar con el sector hotelero al respecto». El conseller aseguró que «firmaría hoy mismo por una rebaja en los niveles de tensión que existen actualmente entre la Conselleria y el sector turístico. Tengo que insistir que las puertas del Govern siguen abierta» para hablar de temas como la ecotasa».
El conseller de Turisme se refirió también a la polémica suscitada tras la oposición frontal del sector hotelero de las Pitiüses a la sustitución del nombre Ibiza -una de las marcas turísticas más conocidas en Europa- por Eivissa, en la nueva imagen corporativa que promocionará Balears en los mercados emisores. «La sustitución se llevará a cabo progresivamente y durante un periodo de tres años», dijo Alomar quien recordó que el logotipo «fue aprobado unánimemente por el consejo rector de Ibatur en el que el sector turístico de las Islas está representado». El conseller Alomar dijo también que el nombre elegido para las campañas de promoción en los mercados alemán, británico y francés aparecerá la nomenclatura Ibiza, mientras que para el mercado español se ha elegido Eivissa.
El Consell, en contra de que se retrase su
aplicación
El Consell de Mallorca rechazó ayer una propuesta presentada por el
PP en la que se pedía el retraso en la aplicación de la ecotasa. La
propuesta defendida por el representante del PP Joan Flaquer
pretendía que el Consell se dirigiera al Govern para solicitar una
suspensión temporal en la aplicación del impuesto. El debate entre
el PP y el Pacte de Progrés terminó por convertirse en la enésima
discusión a favor o en contra del polémico impuesto. Para los
representantes del PP, éste es el peor momento para su aplicación;
la consellera del PSOE Francina Armengol defendió la oportunidad de
la aplicación de este tributo y aseguró que se trata de una
cuestión que representa el interés general de los ciudadanos frente
«al interés de unos pocos», en referencia al PP y al sector
empresarial hotelero.