Ayer, segunda fiesta de Navidad, fue para Mallorca un día de contrastes paisajísticos. Por una parte, lució un día soleado, brillante, con una temperatura en cierto modo agradable, que invitaba a pasear, ¿y por qué no?, cerca del mar. Como lo hicieron, a primera hora del día, muchos turistas a los que se podía ver construyendo castillos de arena, o paseando sin zapatillas a orillas del mar. Por otro lado, en las montañas de la Serra Nord, Lluc y los picos más altos de nuestra Isla, lucía una blanca y sorprendente manta de nieve. Pues la helada de los últimos días y las bajas temperaturas mantienen la nieve caída a inicios de esta Navidad.
A pesar del día soleado, por la tarde las temperaturas volvieron a bajar, siendo el abrigo prenda imprescindible para quienes salieron a pasear por el mercadillo del Parc de la Mar "que registró un buen ambiente a lo largo de todo el día", las cafeterías, o acudieron al cine, donde las salas mostraron las taquillas con el cartel de completo, sobre todo en películas para pequeños.