Cada jueves junto a su ejemplar de Ultima Hora y «Diari de Balears» se entrega un nuevo fascículo del coleccionable «Les Illes a la taula»; un repaso a la historia de los productos alimenticios más característicos de nuestra tierra y que esta semana tratará sobre dos pescados de excepción en las Illes Balears, la llampuga y la mena, este último más conocido como gerret. Según señaló el pasado mes de octubre la Federación Insular de Confradies de Pescadors de Mallorca (Ficopema), este año ha sido uno de los mejores de las últimas décadas en la campaña de la llampuga.
Pedro Fuster, presidente de la Confradia de Pescadors de Cala Rajada, explica que «ésta ha sido una temporada muy buena para los pescadores de llampuga. Sólo en nuestro barco hemos podido recoger unas nueve o diez toneladas. La nota disonante fue el temporal que arrasó Mallorca el pasado mes de noviembre y que provocó que finalizáramos la campaña de pesca de manera precipitada, se podría haber alargado un mes más».
La llampuga es un pez migratorio que se mueve por la temperatura del mar y llega a aguas mallorquinas en junio para reproducirse. Su época de puesta de huevos es durante los meses de verano, básicamente de junio a agosto, momento en el que se abre la campaña de pesca. Por otra parte, la campaña de la mena no ha finalizado ya que las mejores piezas se pescan durante el invierno.
Hasta mediados del siglo XX, el consumo de esta clase de pescado era reducido a las clases populares, pero con el paso del tiempo, la mena ha conseguido una amplia generalización y su consumo es habitual en todos los hogares de las Illes Balears. Según Pedro Fuster, el oficio de pescador tiene un gran futuro, «aunque seamos un sector muy pequeño creo que estamos muy bien consolidados. El oficio de pescador es una tarea que requiere una gran afición pero, tranquilos, la saga continúa».