La Casa Catalana concluyó los actos de celebración de su 50 aniversario con un emotivo concierto en el que se representaron las obras «Cançó d'amor i de guerra» y el sainete mallorquín «Ai Quaquín, que has vengut de prim». Fue una velada vibrante, con un buen nivel en las distintas interpretaciones, tanto musicales como teatrales.
La noche se abrió con un «tour de force» entre las voces de Paula Rosselló, Pere Granados e Ismael Pons, que cantaron las diferentes arias de la partitura catalana «Cançó d'amor i de guerra». La Orquestra Simfònica de les Illes Balears, dirigida por Rafael Nadal, y la Capella Mallorquina secundaron en todo momento los virtuosismos vocales.
Después del descanso, comenzó la pieza «Ai Quaquín, que has vingut de prim», dividida en varias partes: «Molt bon dia», «Sant Antoni», «Marxa fúnebre» o «Bàmbols». El actor Honorat Moll abrió la obra de teatro musical con una risueña intervención en el papel de Mestre Antoni. Su mujer en la ficción, Mestressa Bel (Maruja Alfaro), le secundó entre la diversión del público. El papel de Don Pau, interpretado por Joan María Melis, llamó la atención por la profusión de palabras argentinas, ya que su personaje encarna al indiano que vuelve de las Américas. Antoni y Bel leyeron una carta de su hijo, Quaquín, al que daban por muerto. Después de un momento tragicómico, se desveló que no había realmente fallecido. Apareció entonces el protagonista de la obra vestido de punta en blanco.