Perdices o becadas, 500 puntos. Liebres y conejos, 350. Tudons, 150, y codornices, 100. Ayer, por quinto año consecutivo, tuvo lugar en el acotado de la sociedad federada de cazadores de Llucmajor (situado en el camino des Putxets, a unos tres kilómetros del pueblo), el XXVIII Campionat de Balears de Caça Menor amb Ca. En la edición de 2001, participaron un total de 39 cazadores, correspondientes a otras tantas sociedades federadas de la comunidad. Se trata de una selección de los mejores de cada municipio, que compiten durante unas cuatro horas para obtener el reconocido título.
Pedro Mas, de la Federació Balear, indicó a los participantes las condiciones que contemplaba el campeonato. Entre éstas, figuraba que cada cazador «sólo puede llevar 25 cartuchos»; «se descalificará a cualquier cazador que pegue un tiro a un animal protegido»; «se podrán tener un perro y una escopeta de repuesto», y «toda la caza cobrada será entregada a beneficencia». A las ocho, tuvo lugar la concentración en Son Cases Noves. Media hora después, taco campero para cazadores y jueces (uno para cada cazador). A las nueve, sorteo de jueces y dorsales, y pasados diez minutos de las diez, comienzo de la prueba. El final, a las 14.10. Como no podía ser de otra forma, una comida campera y posterior entrega de trofeos para concluir la competición.
Si en 2000 el ganador fue José Santandreu Jaume, en esta ocasión el testigo lo cogió Miquel Ribes Nicolau, de Montuïri. El mejor del campeonato logró 2.200 puntos, abatiendo tres perdices y dos conejos. El segundo puesto lo ocupó Joan Bennasar, de Petra, con los mismos puntos pero con más retraso. El tercer clasificado fue Rafel Pizà, de Sóller, que consiguió 1.550 puntos (tres becadas, más cincuenta puntos por doblete). Cuarto y quinto puestos fueron ocupados por Pedro Torrens y Toni Vaquer, con 1.500 y 1.250 puntos, respectivamente. Pedro Mas informó que en total se abatieron 38 piezas; diecisiete perdices, siete becadas, siete liebres, y siete conejos.