Los alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria Francesc de Borja Moll, en Palma, están cansados de pasar frío y ayer por la mañana decidieron «amotinarse» contra la dirección del centro para forzar el arreglo del sistema de calefacción. Con esta intención, a primera hora de la mañana optaron por manifestarse en el patio y negarse a entrar en clase hasta que los responsables del instituto les ofrecieran una solución real a la falta de calefacción en las aulas.
Aunque la jefa de estudios del centro restó importancia a la reivindicación, y declinó explicar su causa o su final, lo cierto es que fueron varias decenas de estudiantes los que protagonizaron la protesta. Los estudiantes realizaron una sentada frente a la puerta del instituto e incluso varios agentes de la Policía Nacional hicieron acto de presencia en el lugar.
Cuando parecía que nada podría hacer que las partes se entendieran, un agente tomó la iniciativa y medió para que los estudiantes escogieran a un delegado que, en representación de todos sus compañeros, pudiera dialogar con la dirección y explicar sus razones para la protesta.
Una vez más funcionó el dicho que «hablando se entiende la gente» y tras la conversación, los alumnos, algo más satisfechos por haber sido escuchados, decidieron deponer su postura y aceptaron volver a las clase.
De este problema de la falta de calefacción en el instituto en cuestión nada sabían ayer en la Conselleria d'Educació. El director general de Planificació i Centres, Jaume Gual, tan sólo recordó que «este instituto, como todos los demás, dispone de calefacción, pero si está estropeada o tiene algún problema es competencia del centro solucionarlo».