No todo tienen que ser quejas y lamentos tras el temporal. Y si no, que alguien se dé una vuelta por Gabellí Petit y contemple (si puede entrar) un espectáculo natural tan impresionante como incomparable.
Los más de 300 litros por metro cuadrado caídos durante los últimos días en la zona del Puig Tomir provocaron que el agua volviera a emerger desde el subsuelo del encinar de Gabellí Petit por primera vez en este siglo XXI, después de tres años de severa sequía.
Numerosos campaneters acudieron a la llamada del agua y del rodar ensordecedor de las piedras, pero las barreras estaban cerradas, pese al acuerdo existente entre los propietarios y el Ajuntament para permitir contemplar esta maravilla única.