Después de la euforia internacional que provocó la reunión de Shimon Peres y Yasir Arafat celebrada en Formentor, el presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió ayer que «no deben levantarse grandes expectativas» sobre una inminente paz en Oriente Próximo, aunque valoró de forma muy positiva el encuentro que mantuvieron el viernes el ministro israelí y el líder palestino. José María Aznar se encargó personalmente de controlar la euforia tras la reunión entre Arafat y Peres, en la que los dos dirigentes se dirigieron buenas palabras, pero ninguno de ellos se comprometió a alcanzar una solución inminente al conflicto de Palestina. «Fue bastante complicado celebrar el almuerzo en el que participaron Arafat y Peres, pero confío en que este encuentro sea un eslabón en un proceso de paz en el que se trabaja en la Unión Europea», dijo Aznar.
El presidente español considera imprescindible alcanzar «un acuerdo de paz estable» que garantice un Estado palestino y otro israelí. «Este proceso no es cuestión de metodología ya que todo lo que está sobre la mesa es suficiente», opinó Aznar. El presidente del Gobierno abogó por una acción concertada internacional que permita generar medidas de confianza entre palestinos e israelíes, y en este sentido apoyó la propuesta de Arafat de enviar observadores internacionales para analizar el proceso de paz de Palestina. Aznar reconoció, en la rueda de prensa celebrada ayer al mediodía en el hotel Formentor, que se está viviendo un momento «extraordinariamente delicado» en Oriente Próximo, y que por este motivo lo importante es abordar una «fuerte y sólida concertación internacional que permita recuperar los parámetros de la Conferencia de Madrid» de hace diez años, que «deben mantenerse y no deben ser puestos en cuestión en ningún caso». Como suele ser habitual, el presidente español también valoró de manera especial el esfuerzo de Tony Blair para alcanzar una paz duradera en Oriente Próximo.
Aznar no quiso desvelar el contenido de la entrevista que mantuvieron Arafat y Peres el viernes al mediodía en el almuerzo celebrado en Formentor, pero sí admitió que el encuentro había sido cordial y positivo para ambos países. Además de la reunión del viernes, Arafat y Peres mantuvieron ayer una reunión a solas durante unos minutos antes de que comenzase la segunda sesión del Foro Formentor. Según informa Efe, el presidente de Repsol-YPF, Alfonso Cortina, cuya fundación patrocina estos debates, actuó de anfitrión de los dos líderes y después abandonó el despacho en el que ambos permanecieron unos diez minutos a solas, sin colaboradores y sin la presencia de informadores gráficos ni de reporteros de televisión.
Aznar manifestó que en la actual coyuntura internacional hay que reactivar un diálogo que ayude a evitar un choque entre civilizaciones, culturas o religiones, riesgo que se corre en las actuales operaciones internacionales que, subrayó, se dirigen contra el terrorismo. Asimismo, Aznar anticipó que se planteará una revisión de los mecanismos financieros actuales para tener en cuenta que sólo el uno por ciento de la inversión mundial se produce a la orilla sur mediterránea, un hecho que demuestra, en opinión de Aznar, que los actuales instrumentos «no son válidos».
Fernández-Miranda: «Balears debe establecer su propia
política migratoria»
El delegado del Gobierno de España para Asuntos de Extranjería y la
Inmigración, Enrique-Fernández Miranda, declaró ayer en Formentor
que Balears «debe establecer su propia política de inmigración,
teniendo en cuenta que la oferta de trabajo es limitada».
Fernández-Miranda, que intervino en la mesa redonda social y
cultural «La UE ampliada y los flujos migratorios» en la jornada de
clausura del Foro de Formentor, recordó que en una próxima reunión
en Valencia las comunidades autónomas tendrán que fijar sus cupos
inmigratorios. «El gobierno balear debe establecer su contingente
de inmigración, teniendo en cuenta que hay una oferta de trabajo
limitada, que no es indefinida», dijo.