La Federación Hotelera de Mallorca indica que a finales de octubre se producirá un cierre masivo de hoteles superior al de otros años, dado que los bajos niveles de ventas están propiciando que hoteles que a partir del 31 de octubre continuaban operativos, «a la vista de cómo están evolucionando las ventas, han optado por cerrar antes de lo previsto, circunstancia que incidirá negativamente en el proceso de desestacionalización, afectando con ello a todas las zonas turísticas de la Isla».
Las mismas fuentes de la patronal hotelera apuntan que si en otros años, «la planta hotelera abierta a partir de octubre se cifraba en un 25 por ciento, este invierno 2001-2002 no superará el 10 por ciento, no descartándose que sea aún mucho más baja, pero todo ello dependerá de cómo evolucionen los mercados emisores».
Las previsiones negativas de la Federación Hotelera apuntan, además, a que este invierno «será terrible para los empresarios turísticos por la fuerte competencia existente y por la crisis económica que está afectando a los principales países emisores de turistas, que está comenzando a afectar ya al consumidor de forma generalizada. Esta sensible pérdida de ocupación es la que motivará muchos empresarios opten por cerrar sus establecimientos antes que tenerlos ocupados casi de forma simbólica».
Curiosamente, la contratación de camas por parte de los grupos turísticos alemanes y británicos es similar al invierno 2000-2001, «pero se prevé un descenso del turismo y esto afectará a su programación».