El renacimiento de la Trobada de Pintors del pasado fin de semana fue todo un éxito, ya que en ella tomaron parte medio centenar de artistas llegados de toda la Isla. La trobada regresó al Barranc de Biniaraix, lugar donde comenzó por primera vez de la mano del pintor de Sóller José María Munar.
Tras unos años de ausencia recogió la idea el también artista solleric Humbert Bronsard, quien luchó para que la trobada llegara a ser una nueva realidad. Este año el regidor de cultura Guillem Bernat solicitó al pintor Munar que le tendiera una mano para que la trobada pudiera ser nuevamente una realidad, y entre ambos se pusieron en marcha, haciendo posible que los artistas se unieran en este pequeño homenaje a Bronsard. La llamada fue respondida con éxito y la plaza de Biniaraix cobró esplendor con las obras de los artistas.
A las seis de la tarde del primer día de la trobada, todos los artistas expusieron sus obras, bajo la atenta mirada del alcalde de Sóller, Ramon Socias, el regidor Guillem Bernat y la viuda y el hijo de Humbert Bronsard.
El regidor de Cultura dijo que el encuentro «está dedicado a un gran hombre cuyo espíritu ha estado hoy entre todos nosotros. También quiero agradecer a su viuda su presencia». Socias tuvo palabras de agradecimiento para los fundadores, tales como José María Munar, María Vazquez, Rafael Valdovino, Carlos Espiro y muchos otros.