El melón es una fruta refrescante y muy sabrosa, que en estas fechas de calor sienta realmente bien. Pero en Vilafranca significa esta delicia algo más que un alimento refrescante y sabroso: es una señal de identidad. Este fin de semana se celebra la Fira i Festa del Meló, y el fruto es, incuestionablemente, el auténtico protagonista. Si esta mañana se celebra el tradicional concurso, anoche los ciudadanos más jóvenes de la localidad sacaron a la calle los melones, en el marco de la octava edición de la Festa de les Llanternes.
La concentración tuvo lugar sobre las ocho de la tarde ante la iglesia de Santa Bàrbara. Una procesión por las calles Amargura, Monsenyor Damià Nicolau, la carretera de Manacor, y calle Santa Bàrbara, alumbró con una luz mágica el casco urbano. Los más de 200 participantes portaron camiseta blanca y pañuelo verde, como marcan los «canónes». Con una «penjada de llanternes» en el parque Josep Maria Llompart finalizó uno de los actos estrella del programa de estas fiestas tan especiales. También cabe destacar la primera actuación en la Fira i Festa del Meló de la Banda de Música, que amenizó el evento junto con los xeremiers.