«No tengo intención de abandonar la casa. Si quieren tapiar las puertas y las ventanas me tendré que encerrar con mis gallinas, los conejos y las palomas. No me pienso marchar». La frase corresponde a Jorge Senabre Alemán, de 45 años, que desde hace 13 vive en la casa declarada Bien de Interés Cultural, de estilo racionalista, situada en Arxiduc Lluís Salvador esquina Castellarnau y construida en 1937. En estos trece años han pasado muchos otros indigentes por este inmueble. «Ahora vivimos aquí cinco personas de forma habitual, más la gente a la que encuentro por la calle».
Desde hace tres días las excavadoras están trabajando en el que hace un tiempo «fue uno de los mejores huertos de Palma». De allí se han recogido diecisiete toneladas de basuras, provenientes esencialmente de la casa. «La mayoría de estas toneladas provienen de la casa, y los vecinos ya estaban cansados de los malos olores, y son ellos los que lo han denunciado», explicó ayer Francesc Frau, del Departament de Manteniment de l'Ajuntament de Palma.
Pero el interior de la casa no es mucho mejor, con suciedad y un fuerte olor a animal. La propiedad del inmueble es de una familia radicada en Madrid, que se ha desentendido. Cort se ha puesto en contacto ahora con el abogado de esta familia para poder proceder al tapiado de las puertas y ventanas.