Las grandes superficies y pequeños comercios de Mallorca retiraron entre el martes y ayer de la venta las «pequeñas cantidades» de aceite de orujo que tenían en stock tras la orden «preventiva» emitida el pasado martes por el Ministerio de Sanidad y Consumo. De esta forma, según los portavoces de diversas cadenas de alimentación, la cantidad de aceite de orujo retirada en la Isla es «escasa» toda vez que su consumo no está muy extendido y que en la Isla no existe ninguna refinería específica ante el pequeño volumen de negocio.
En este sentido, y según fuentes del sector, en Balears apenas se consumen cinco toneladas al año de aceite de orujo aunque si es cierto que hay algunas empresas isleñas que lo compran en la Península y lo embotellan para comercializarlo.
Una de estas empresas, Dialma SA que comercializa los aceites Caimari, vende unos 200.000 litros de aceite de orujo al año en las Islas, especialmente en el sector hotelero, según confirmó su portavoz, Antoni Mateu. Mateu mostraba ayer su malestar por la «precipitación» del Ministerio de Sanitat y Consum al ordenar la retirada preventiva de este subproducto del aceite de oliva alegando «que puede provocar un alarmismo injustificado entre los consumidores».
Al parecer, según el gerente de la empresa, el aceite de orujo se extrae de los restos que deja la fabricación del aceite de oliva y posteriormente se mezcla con un 10 por ciento de aceite de oliva para su venta a un precio que oscila entre las 220 pesetas y 240 pesetas el litro, según el establecimiento. Es precisamente en el proceso de secado de los restos del aceite de oliva cuando se utiliza el producto químico «alfabenzopireno» susceptible de ser cancerígeno aunque, en opinión de Mateu, hubiera sido más acertado modificar el proceso de manera progresiva «evitando los sistemas modernos de fabricación» o mediante la utilización de filtros especiales que, al parecer, lo eliminan del producto final.
El aceite de orujo representa el 8 por ciento del
consumo total a nivel de Estado
Diversas autoridades de la Isla se refirieron ayer a la retirada de
los mercados del aceite de orujo y coincidieron en afirmar que la
medida es de «carácter preventivo» y que, por tanto, no significa
que una vez realizadas las pruebas oportunas se vuelva a
comercializar. La Consellera de Sanitat i Consum, Aina Salom,
destacó que este tipo de aceite sólo representa el 8 por ciento del
total consumido mientras que la regidora de Sanitat del Ajuntament
de Palma, Liz Riera, destacó que personal del consistorio se ha
trasladado a los diferentes establecimiento para comprobar la
efectividad de la medida.