La mediación de la Conselleria de Treball y de su titular, Eberhard Grosske, permite abrigar esperanzas de que hoy se desconvoque la huelga de autocares discrecionales fijada para pasado mañana, viernes. Tras cinco horas de intensísimas deliberaciones en la que participaron los «hombres fuertes» de la patronal y sindicatos, se perfiló un nuevo marco de discusión, pero no lo suficientemente convincente para los representantes de los trabajadores como para haberlo firmado ayer. Las diferencias, ahora, son de índole salarial, una vez superado el de la jornada laboral, según admitieron anoche a Ultima Hora el representante del sector de carreteras de CC OO, Ernesto Ibarra, y el portavoz de la patronal, Carlos Sedano. «Hay un punto, o algo más, de diferencia en nuestras peticiones económicas, por ello, mañana (hoy) los discutiremos con más calma y después decidiremos», dijo Ibarra.
Sedano, por su parte, explicó: «Nosotros hemos planteado un convenio diferente al que se negociaba hasta ahora. Se hablaba de un convenio de tres años, con modificaciones en jornadas y con aumentos que rondaban el 7 y pico cada año, y nosotros hemos puesto en la mesa un 4% y un convenio de dos años». Y añadió: «Lo que sucede es que han aparecido propuestas encima de la mesa que han rozado el cinco por ciento, pero cada vez se iban desvirtuando y distorsionando por la entrada en vigor de determinados conceptos. La estructura salarial tiene varios conceptos y según cuando entren en vigor (precio de la hora, de la maleta, salario) al final, los números no nos salían. Ellos han planteado aumentos cercanos al siete por ciento, de una manera disfrazada».
Según el portavoz de la patronal, «mañana (hoy) puede haber un acuerdo, lo que pasa es que la gente tiene que hacer muy bien su trabajo; UGT no favorece en nada a la negociación y la Conselleria de Treball, por ahora, no ha utilizado todas sus armas, porque si presiona un poquito y hace ver en la situación en que nos encontramos, creo que se puede cerrar. Espero que la noche de descanso dé mucho de sí».
En caso de que hoy se alcance un acuerdo final, la huelga supondría el bloqueo en los aeropuertos de las islas de los miles de viajeros que, entre viernes y sábado, deben llegar y salir de las islas, de modo especial en el de Palma, donde se espera un tránsito de 350.000 personas, por lo que podría llegar a cerrarse sus instalaciones, según ha advertido Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Al parecer, tras el encuentro celebrado anoche, los empresarios estarían dispuestos a respetar las peticiones de los representantes de los trabajadores y, ahora, se trataría de acercar posturas en cuanto al incremento salarial.