No es nada fácil sentar en una misma jornada a tanto primer espada del turismo balear y nacional, máxime cuando el encuentro se organiza a 7.000 kilómetros de distancia de sus sedes y oficinas de trabajo.
El presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, se muestra más contento que unas castañuelas con su nombramiento oficial como cónsul de la República Dominicana en Balears. Hidalgo, quizás por coquetería, apareció en el salón de actos del Banco Central de la República Dominicana, sin el vendaje en su mano izquierda, fruto de un encontronazo con una vaquilla en una capea, y acompañado de un general, mano derecha del presidente dominicano, tras haber jurado su cargo ante el presidente dominicano, Hipólito Mejía. Hidalgo, que fue el encargado de clausurar la jornada turística, anunció con su gracejo particular que había pedido al presidente dominicano compartir dicho cargo en calidad de vicecónsul con el presidente del grupo Iberostar, Miquel Fluxá, que no supo reaccionar ante esta noticia, no tuvo más remedio que aceptar el envite ante la carcajada general del auditorio.
El grupo de empresarios turísticos españoles se han encontrado durante estos días en Santo Domingo con temperaturas superiores a los 33 grados y con una humedad cercana al 100%, fruto de las lluvias torrenciales que cada tarde «limpian» las calles de la capital dominicana. El ministro Jaume Matas ha recibido el apoyo de todo el sector hotelero y turístico balear presente en este país caribeño. Cansado, tras un periplo por Méxicoy Panamá, Matas departió con todos y estuvo en su tradicional tono, pese a que la procesión iba por dentro por la noticia de que el fiscal general del Estado está a punto de dar a conocer su veredicto sobre el «caso Mapau» y su posible pase al Tribunal Supremo.
La Administración dominicana, una vez más, se ha rendido ante el carácter emprendedor de los empresarios turísticos de las Islas, que con esta jornada han demostrado su querencia por este país y esta zona vacacional. No extraña pues la atención preferente del Gobierno dominicano por estar a la altura de las circunstancias en todos los aspectos. Los hoteleros mallorquines son pioneros en los proyectos turísticos desarrollados en la República Dominicana.