La Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) y PIME Balears critican la decisión de las compañías aéreas Air Nostrum, Air Europa Express y AeBal (Spanair) de no introducir ninguna frecuencia diaria de vuelo entre las 08.45 y 13.55 en la ruta Palma-Maó, «lo que provoca una merma de la calidad del transporte entre ambas islas, afectando de manera especial a los propios ciudadanos y a las empresas», indicaron representantes de ambas patronales.
Para Josep Oliver, presidente de CAEB, «lo lógico es que el servicio del transporte regular interislas, en este caso entre Mallorca y Menorca, esté bien cubierto en toda la franja horaria del día, de ahí que no nos parece lógica esta situación que está afectando al transporte entre ambas islas». Desde PIME Balears coinciden en las mismas apreciaciones y solicitan que se estudie a fondo esta problemática para evitar perjuicios a todas las partes implicadas. El problema ha surgido con el cambio de programación introducido por las compañías aéreas a finales del pasado mes de marzo, en el que Air Nostrum, de forma unilateral, retiró de su programación el vuelo de las 10.15 horas, dejando «desnuda» de vuelos la franja horaria entre las 08.45 horas y las 13.55.
Fuentes de la compañía Iberia en Balears indicaban ayer que la retirada de esta frecuencia «se ha debido a los bajos niveles de ocupación, lo cual incidía claramente en unos índices de rentabilidad negativos que ha motivado esta decisión empresarial. En cualquier caso, en estos momentos hay programadas diez frecuencias diarias (20 vuelos) entre Palma y Maó sumando los de todas las compañías que operamos en esta ruta, cuando antes únicamente había cuatro frecuencias diarias (ocho vuelos) con los DC-9».
El director general de Air Europa Express, Mario Hidalgo, añade que los ratios de ocupación de los vuelos determina los cambios de programación, «entendemos las quejas, pero la única solución pasa por aumentar las subvenciones o que el Govern convoque un concurso público para solventar de raíz esta cuestión. No hay puntos medios en una situación en donde los márgenes de explotación se ven afectados por la evolución de la propia demanda, de ahí la respuesta lógica de las compañías aéreas a la hora de optimizar su flota».