El Tututangoo ha cerrado
El Tututangoo ha cerrado sus puertas. Sus propietarios, un vasco y
una francesa, no han podido resistir la presión y han dado
carpetazo al negocio traspasándolo a muy bajo precio. Todo comenzó
aquella noche, después del Mallorca-Osasuna en que la casi
totalidad de la plantilla navarra desplazada a Palma decidió
celebrar el empate en dicho bar, acto que terminó en una gran broca
protagonizada, especialmente, por dos de sus componentes. A lo
largo de ésta profirieron amenazas, insultos y otras palabras, que,
luego, a su llegada a Pamplona, negaron haber pronunciado, y, por
el contrario, se colocaron en el lugar de las víctimas. Lo cierto
es que esa trifulca, en el trascurso de la cual la decoración del
local tampoco quedó muy bien parada que digamos, se ha traducido en
el cierre del bar. «Porque, aparte de que la clientela dejó de ir
en días sucesivos "señala el abogado de la propiedad, Ramón Pita da
Viga", a la semana, o un poco más, se personó en el local otra
persona, de unos cincuenta años, con barba, en actitud amenazante,
lo que obligó a los propietarios a presentar la correspondiente
denuncia». En lo que respecta al Osasuna, «al difundirse a través
de los medios locales y nacionales que había un vídeo en el que
estaba grabado todo lo que allí había acontecido, el gerente del
club pamplonica llamó excusándose, pero nada más. Y los jugadores
ni siquiera eso». El abogado señala que «nos presentaremos como
acusación particular, llevando un estudio económico sobre el revés
que todo esto ha supuesto para nuestros clientes».
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