Marisa Medina, popular presentadora de programas en TVE a finales de los sesenta y mediados de los setenta, se encuentra pasando una semana de vacaciones en Mallorca junto a su amigo, el pintor Manolo Coronado, que fue nombrado ayer mismo hijo adoptivo de Consell.
"Marisa, has venido más de una vez a la Isla, ¿no es verdad?
"Sí, aquí fue donde conocí al padre de mis hijas, el compositor Alfonso Santiesteban. Luego vine para hacer una comedia musical, Satán azul, en la sala Broadway. Conocí a Coronado y hace tres años vine invitada por él a su casa de Consell. Este año he vuelto con motivo de su nombramiento para estar con él y para presentar el acto.
"¿Te gusta la Isla?
"Me encanta. Tengo muy buenos amigos pero lo mejor de todo son las playas, no hay ninguna como las de Mallorca.
"¿Qué haces hoy en día?
"Soy funcionaria en TVE. La verdad es que profesionalmente estoy bastante desaprovechada.
"¿Has perdido la esperanza de volver a presentar un programa?
"Lo he intentado en algunas ocasiones pero no me han hecho ni puñetero caso. Siempre he ido por libre y en este país esto es fatal, no es que haya perdido la esperanza, es que, sinceramente, me da igual.
"¿Cómo ves la televisión de hoy?
"Como espectadora, me aburre. Sólo veo películas y algunos programas del corazón como el de Terelu o Ana Rosa. ¡Ya sabes! si la televisión te deja a ti, pues tú dejas a la televisión.
"De la noche a la mañana dejaste tu faceta de presentadora y te hiciste vedette, ¿no es así?
"He hecho muchas cosas. Nunca dejé de ser presentadora, pero como tuve que pedir excedencias, aproveché para cantar, hacer cine y teatro. Surgió la oportunidad de hacerme vedette y acepté, siempre me han gustado las nuevas experiencias.