El alcalde Joan Fageda presidió ayer la clausura y entrega de trofeos conmemorativos de una Feria de Abril que ha estado llena de alegría y de gente, de mucha gente; aunque algunos de los asistentes encontraron un poco escasa la decoración de guirnaldas y luces. «Más color y luz, más ambiente y precios más asequibles», piden Juana Arbona y Rosa Fernández, mallorquinas «de pura cepa», pero tan aficionadas a las ferias andaluzas como el que más. En general lo han pasado muy bien, al igual que Trinidad Estévez, «granaína»; o Gloria Hernández, Àngel Martín y Nati Conde, castellano-leoneses afincados en Mallorca, que piensan que la Feria se está quedando pequeña, y que les ha pasado tan rápida «como el revuelo de una falda de gitana».
Durante el acto de clausura se celebró una exhibición ecuestre "con animales de la yeguada de Fausto Ferrero", que ilustró diferentes facetas de la doma, y que permitió al público admirar el brío de los pura sangre españoles y árabes: paso español, piruetas propias del caballo que huye del toro, una «cobra» de cinco yeguas y sus potrillos...
Caballos, faldas, vino y música. Ambiente de Feria de Abril que se va.