El presidente del Gobierno y candidato del PP, José María Aznar, acusó ayer en Palma a los partidos que integran el Pacte de Progrés de llegar a acuerdos para «repartirse el poder» y «no gobernar». «Nosotros no tenemos que explicar lo que es el 'pacto balear' porque nadie se atreve a explicar en qué consiste ni se atreve a llamarlo de esa manera. Todos sabemos que no es un pacto para gobernar, sino la respuesta esencial a los que quieren llegar al Gobierno.
Es un pacto para repartirse el poder, y eso es inexplicable, por lo que no nos debe llevar mucho tiempo», dijo Aznar entre la ovación de los casi 2.000 asistentes al mitin celebrado en el Pueblo Español. Aznar aprovechó su mitin en la Isla para lanzar duros ataques al Pacte de Progrés, después de que lo hiciesen la candidata Rosa Estaràs y el presidente del PP, Jaume Matas. En un momento de su intervención, Aznar reclamó que «Balears salga de su actual situación de llevar el freno de mano echado, porque cuando os ponéis lo sabéis hacer muy bien y estáis a la vanguardia de una política que da a nuestro país estabilidad, seguridad y progreso del verdadero, del que hace que las personas mejoren».
Durante su intervención, Aznar contó la historia del político Romanones, quien quiso entrar en una institución importante «y todo el mundo le dijo que le iba a votar». «Pero al final nadie le votó y no pudo entrar en la institución. Le preguntaron su opinión y él contestó: '¡Joder, qué tropa!*. Y yo digo esta frase por las cosas que me han contado de Menorca, una historia rocambolesca y de abracadabra». En concreto, Aznar se refería al acuerdo entre las fuerzas de izquierdas para el Senado, que permitirá a Sergi Marí, en caso de ser elegido, formar parte del grupo de Entesa Catalana de Progrés.