El 80 por ciento de los gastos de la producción agrícola en las Islas viene impuesto por los costes de transporte e importación de productos específicos, según se asegura en un documento de trabajo elaborado por la Conselleria d'Agricultura i Pesca de cara a una reunión con representantes del Ministerio del ramo. Así, en el estudio se refleja la dependencia del exterior que tiene el sector y el grave riesgo que para su viabilidad conlleva el sobrecoste de transporte.
Este dinero de más que tienen que pagar los productores isleños se estima, según técnicos del Ejecutivo, en un 14 por ciento del coste total. Por otra parte, y para ver la magnitud del desequilibrio con respecto a agricultores de la Península, hay que señalar que la importación de alimentos y abonos (1.219.877 toneladas en el año 1996) equivale a más del 20 por ciento de todo el género que se trae a la Isla.
El sobrecoste atribuible a la insularidad varía según el género de que se trate. Así, en el caso de los productos fitosanitarios (escaso peso y volumen frente a un alto valor monetario) el transporte supone un incremento del precio del 2 por ciento, poco, si nos fijamos en el 5 por ciento de sobrecoste aplicado a los plásticos de invernaderos o el 10 por ciento de los carburantes. Para apoyar sus tesis (el estudio se realizó para remarcar la incidencia de la insularidad en la actividad del sector y para justificar mecanismos correctores), el Govern compara la situación de las Balears con otras islas de ámbito mediterráneo y las llamadas ultraperiféricas (Canarias y Madeira, entre otras).