El director general de Residus, Nicolau Barceló, aseguró ayer que el Govern mantiene su intención de centralizar en Son Reus la mayor parte de las instalaciones de tratamiento de residuos, a pesar de la oposición manifestada por los ayuntamientos de Palma y de Bunyola, así como de diversos colectivos. Barceló manifestó que está dispuesto a reunirse con los vecinos siempre que haga falta para explicarles el proyecto.
El director general de la Conselleria de Medi Ambient explicó que el Govern no tiene previsto ocupar los 2'4 millones de metros cuadrados que el plan de residuos reserva en la zona de Son Reus. Al contrario, Barceló precisó que se trata de una previsión se terrenos, una reserva por si fueran necesarios en el futuro para ubicar otro tipo de instalaciones para el tratamiento de residuos sanitarios, de neumáticos o aceites usados. De hecho, matizó que lo único que hace el plan es dejar en suspenso el plan general de Palma, Marratxí y Bunyola en esta zona.
Barceló aseguró también que, en este momento, tan sólo están perfectamente delimitadas las infraestructuras de tratamiento de residuos urbanos. Con respecto a las otras posibles instalaciones, añadió que el Govern está dispuesto a «afinar» para delimitar perfectamente los terrenos que ocupará finalmente el polígono de residuos. Por su parte, EMAYA ha presentado seis alegaciones al Plan Director, que considera «no consensuado, impreciso en cuanto a la financión del compostado de lodos y que plantea cuestiones innecesarias», según el director gerente de la empresa, Arturo Cadenas.