El Ajuntament de Palma presentó ayer la «nueva» patrulla verde, una unidad de la Policía Local que ya existía, pero que ha sido reforzada para asumir la labor de coordinación y programación de todas las actividades y medidas que en materia de medio ambiente se ejecuten desde las áreas de Gobernación, Sanidad y Urbanismo.
Esta patrulla verde ha pasado de estar integrada por tres a ocho policías locales -que estos días están cumpliendo con un curso de reciclaje-, además de un oficial y un comisario, y que a partir del próximo lunes darán por iniciada su nueva etapa.
Según explicó ayer la teniente de alcalde de Sanidad en Cort, María Crespo, la principal misión de esta unidad policial es el control del cumplimiento de las ordenanzas municipales en materia de medio ambiente, sean vertederos, torrentes, playas, zonas verdes y forestales, ruidos o animales de compañía.
También actuará en servicios relacionados con el consumo: como ocupación de la vía pública , mercados fijos o temporales o venta ambulante; con la sanidad: granjas o transportes de animales y alimentos y con el urbanismo, desde donde se incidirá en el control y las inspecciones de las licencias de actividad en toda la ciudad, aunque no se aumentará el personal. La unidad canalizará las actuaciones con otras administraciones para agilizar las tramitaciones burocráticas y ejercerá tareas sancionadoras y de prevención. Según declaró Crespo, las actuaciones que realice la patrulla verde implicarán la formulación de los correspondientes informes para la incoación de los pertinentes expedientes sancionadores o la imposición de medidas correctoras.