El conseller d'Agricultura, Joan Mayol, planteó ayer a los principales productores de vino de Mallorca la posibilidad de crear una única denominación de origen para los caldos elaborados en la Isla. La propuesta fue presentada como «una hipótesis de trabajo» de cara la unificación bajo una misma etiqueta de los vinos acogidos actualmente a la veterana denominación de origen de Binissalem y la reciente del Pla-Llevant. Según el conseller, esta hipotética nueva denominación (si cuenta con el beneplácito de los vinicultores) mantendría subdivisiones para respetar las actuales demarcaciones.
Para conocer en versión original la opinión de los productores, Mayol visitó ayer algunas de las principales bodegas: Jaume de Puntiró (Santa Maria), J. L. Ferrer (Binissalem), Son Bordils (Inca), Can Ribes (Consell), Miquel Oliver (Petra), Pere Seda (Manacor), Jaume Mesquida (Porreres) y Cas Majoral (Algaida). Además, el titular de Agricultura se interesó por la problemática del sector y anunció la creación de una comisión especial para los vinicultores con los objetivos de mejorar la calidad y la rentabilidad de los caldos.
En la primera visita, realizada a Jaume de Puntiró, su propietario, Pere Calafat, mostró sus reticencias a la creación de una única etiqueta y reclamó estudios rigurosos para optimizar la labor de las bodegas.