La apelación, el 2 de noviembre
Ayer a mediodía coincidí con el diputado Manuel Jaén Palacios, persona que durante los últimos cuatro años, como senador, ha trabajado mucho en favor de los presos españoles, y por ende de Balears, en lo que concierne en traerlos desde el extranjero a que cumplan el resto de la condena en España, y que ahora, a causa del resultado de las urnas, se ha visto desplazado de esa misión "ya no es senador, su plaza la ocupa Manolo Cámara", aunque no por ello deja de preocuparse por estos asuntos.
Me decía Manolo que posiblemente el 2 de noviembre esté en Talhasse, la capital del estado de Florida, para asistir a la apelación del juicio de Joaquín Martínez, el español condenado a muerte, apelación que todos "pienso" deseamos que consiga, pues le supondría que le juzgaran de nuevo, que es por lo que están luchando. «Mi intención es que vengan los padres a Mallorca y que den una conferencia, seguida de coloquio, sobre la pena de muerte, como han hecho en otros puntos de la geografía española. También me gustaría hacer una cena a beneficio de Joaquín. Porque algo hemos de hacer por él, y cuantos más seamos, mejor. Pero ya hablaremos».
«Aquí no hay costumbre de maquillar a los cadáveres»
Pep Carles Tous, gerente de la Empresa Funeraria Municipal, me saca de una duda. Maquillar a un cadáver no cuesta nada, al menos en los cementerios de Palma. El tanatopráctor no cobra nada por este trabajo, pues viene incluido en el precio del servicio. «Esto no es América, donde hay costumbre de maquillar a los difuntos. Aquí todavía no hemos llegado a tanto. Cuanto más, si ha fallecido por accidente y la cara le ha quedado desfigurada, o si la familia lo pide. Pero no es la costumbre».