La sociedad Inmobiliaria Alcázar, participada por Sa Nostra, confirmó ayer a través de un portavoz su intención de recurrir ante la Audiencia de Palma la sentencia de un juzgado de Palma en la que le obliga a devolver 900 millones de pesetas a Roxa por la compraventa en 1997 del hotel de Sa Coma Royal Mediterráneo. El asunto, instado por los abogados de los actuales propietarios de Roxa, encabezados por la familia Rosselló, terminará casi con toda probabilidad en el Tribunal Supremo, según las fuentes consultadas por este diario.
Roxa adquirió, por intermedio de la sociedad Rossean Servicios S.L., el Royal Mediterráneo por casi 9.000 millones de pesetas, en una de las operaciones financiero-turística más importante de la década. Una parte de ese dinero (500 millones) fue depositado en la Banca March y estaban destinados a la explotadora Royaltur España si sus accionistas se ponían de acuerdo en un plazo máximo de medio año.
La propiedad final de ese dinero fue el que generó el litigio, ya que vendedor y comprador creían tener derechos sobre esa cantidad. La juez de Primera Instancia ha dado la razón, en parte, a Roxa, que podrá recuperar ese cantidad y los intereses legales, alcanzando los 900 millones.