Dicen que viajar es siempre un placer. Da igual el medio de transporte que se elija, lo importante es saber que se va a disfrutar. En el aeropuerto, tras las azafatas, los pilotos, los guías de viaje, los guardias de seguridad y demás se esconde un equipo de personas que no se ven y que se emplean a fondo para conseguir que el vuelo sea lo más agradable posible.
El aeropuerto de Palma cuenta con numerosas instalaciones que no están a la vista de los pasajeros, pero que no por ello dejan de tener de importancia. La torre de control, el centro de tráfico y los controladores de vuelo son una buena muestra de ello.
El centro de tráfico y operaciones se divide en tres secciones: El locutorio de megafonía, el centro de coordinación de operaciones y el departamento de planificación de vuelos y viajes. Desde el locutorio de megafonía se dan las voces de aviso a los pasajeros: «Ya está todo automatizado y nosotras sólo hablamos en casos especiales, como cuando no aparece una persona que tiene que embarcar, cuando se produce un retraso...», comentan Mª Isabel Vizosa y Juana Llompart, que trabajan en este departamento.
En el centro de coordinación de operaciones trabajan Jaume Morante y Bernard Abellà. Se ocupan de todo lo necesario una vez que ha aterrizado el avión: El aparcamiento, indicar en qué cinta se va a efectuar la recogida del equipajes... «Trabajamos doce horas diarias. Indicamos al piloto dónde tiene que aparcar, cuándo hay que poner los calzos...», añade Jaume. También, desde este sector y a través de los ordenadores se manda toda la información que aparece en las pantallas del aeropuerto. El último departamento, el de planificación, sirve para marcar la ruta a seguir del avión y los detalles del vuelo. El aeropuerto de Son Sant Joan cuenta con un total de 136 aparcamientos para aviones, que no son suficientes a determinadas horas del día por la llegada de muchos aparatos. Este departamento cuenta con siete ordenadores y cuatro pantallas de televisión desde donde se divisan todas las pistas.
La zonas más restringida del aeropuerto son las pistas. En ellas se concentra el mayor número de personal: Los que se ocupan del mantenimiento del avión, el servicio de limpieza, el cátering o los reponedores de gasolina, que se hace bien a través de camiones cisterna, bien a través de un sistema de tuberías instaladas bajo tierra. El tipo de combustible que utilizan es el queroseno, ya que es menos inflamable. Las grandes compañías tienen su propio «handling», que vendría a ser los vehículos y medios que poseen a la hora de realizar el pertinente mantenimiento del avión, así como el personal encargado de proporcionar la información a los diversos departamentos. El resto de aviones contrata el «handling» de otras compañías.