«Nos salvó la campana». Así de taxativos se mostraron los representantes de la patronal turística y directivos de Son Sant Joan al realizar un balance de las nueve horas de huelga en el sector del transporte discrecional. «Fue una madrugada del viernes muy intensa, aunque afortunadamente, la sangre no llegó al río», resumió el presidente de las Agencias de Viajes de Balears (Aviba), Eduardo Zamorano, inmediatamente después de conocerse el acuerdo entre la patronal del transporte turístico y los sindicatos. A las 9.15 de la mañana de ayer, todo el sector vacacional de Balears respiró hondo. La huelga se había evitado en el último instante. «Gracias a Dios se ha parado esta huelga», dijo Zamorano. «Un diez para la organización del aeropuerto, que contrasta con la ausencia total de la representación del Govern, cosa que nos ha extrañado mucho, porque aunque poco podían hacer, por lo menos tendrían que haber hecho acto de presencia. También nos ha faltado el apoyo de las fuerzas de seguridad, como nos habían prometido. Así, se habría podido evitar el incumplimiento total de mínimos que ha habido», precisó.
El director de Son Sant Joan, Pedro Meaurio, se congratuló de que todo haya funcionado a la perfección. «Llegamos a tener 6.000 personas en el módulo A y otras 2.000 repartidas por la Terminal de vuelo. La gente estuvo tranquila y poco a poco fue embarcando en los aviones, así que fue un gran acierto montar el operativo, porque dio sus frutos», señaló. Según Meaurio, «lo mejor que tiene el aeropuerto son sus pasajeros, con mucha diferencia». «Se portaron de forma magnífica, con gran corrección. A las 7 de la mañana, la Terminal estaba incluso limpia, porque emplearon las papeleras. No había visto algo igual en toda mi vida», precisó.