El ex consejero de Brokerval y delegado en Balears del touroperador italiano Aviatour, Enrique Escamilla, se sentará en el banquillo de los acusados el próximo mes de mayo para responder a una querella criminal por presunta estafa presentada en su contra por Sol-Meliá, que le reclama 500 millones de pesetas.
El Juzgado de lo Penal número uno de Palma analizará los hechos registrados en 1994, justo en los momentos en que Brokerval presentó un expediente de quiebra. Escamilla formaba parte del consejo de administración de la sociedad de valores y había, supuestamente, desviado a Brokerval fondos de otra empresa, Ornado Internacional. En aquellos años ocupaba un lugar relevante en la actividad turística como representante del empresario italiano Enzo Poli.
El principal cliente de Escamilla era Sol-Meliá, empresa con la que contrataba plazas para los turistas italianos. Debido a la larga y estrecha colaboración comercial, Poli y Escamilla disfrutaban de un margen amplio para satisfacer las facturas de cada ejercicio. En 1994, sin embargo, se produjo un descubierto que Sol-Meliá cuantificó en unos 500 millones de pesetas que ni Poli ni su representante en Balears pudieron justificar.
Los abogados de la empresa presidida por Gabriel Escarrer actuaron contra Escamilla debido a que éste tenía avalados 40 de los 500 millones de pesetas del descubierto. Dejaron libre de sospecha a Poli, que sufrió un amago de infarto en la capital balear cuando negociaba el pago de la deuda con Escarrer.