Fue como en las películas. Como Ben"Hur. Aunque no hubo derramamiento de sangre. Vamos, que no fue una carrera a muerte, sino para probar quién era el más rápido en hacer el recorrido de casi mil metros, si Claudius o Marco, la biga azul o la marrón.
La prueba era triple. Tres recorridos, por si había un empate, sin parar. Y también sin truco ni cartón, pues aunque amigos los «pilotos», ninguno quería perder, y más siendo la primera vez, ya que eso "ganar o perder" queda en las estadísticas, para siempre.
A son de fanfarrias hicieron el recorrido del circuito, saludando al pueblo, que los miraba con atención desde la grada, o desde el lugar que ocuparan, balcones, por ejemplo, pues a pesar del frío que convertía la tarde en poco apacible "y que también en el Lluís Sitjar se disputaba el Mallorca-Tenerife, porque todo hay que decirlo", allí no cabía nadie más, las dos bigas se colocaron en la meta de salida y... Realmente, Claudius demostró su superioridad sobre Marcos desde la primera vuelta de rueda, pues se impuso en la primera y segunda carrera con cierta facilidad, por lo que no fue necesario recurrir a una tercera, programada ante un hipotético empate. Tras la proclamación, vuelta de honor del ganador y todos a casa.