El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha defendido este sábado la necesidad de que su país haga «todo lo posible» para poner fin a la guerra «el año próximo por vía diplomática», aunque ha rechazado «una capitulación. Por nuestra parte, debemos hacer todo lo posible para poner fin a la guerra el año próximo. Por la vía diplomática. Es muy importante», ha afirmado Zelenski en una entrevista con Radio Ucraniana.
Por contra, el persidente ruso, Vladimir Putin, «no quiere negociar. Querría pactar unas condiciones de capitulación por nuestra parte, pero nadie le va a dar eso», ha subrayado. En cuanto a la situación bélica, Zelenski ha reconocido que es «muy difícil» en el este, donde «los rusos están presionando y avanzando lentamente», un avance que ha atribuido a que las brigadas ucranianas no tienen el suministro de armamento y personal entrenado a la velocidad que requerirían. «No se puede llenar una brigada con personal cuando estás a la espera de tal o cual arma. Para algunas armas hemos esperado hasta doce meses desde que se aprobó su envío en el Congreso», se ha lamentado.
En cualquier caso, el mandatario ucraniano ha asegurado que Rusia pierde entre 1.500 y 2.000 combatientes al día, sumando heridos y muertos. «No pueden seguir avanzando con estas pérdidas y hay algunos frentes en los que ya es evidente que el avance se ha ralentizado», ha destacado.
Sin embargo, ha advertido de que «estamos en guerra con un estado que no valora a su propia gente, que no le importa cuántos mueran. Putin no quiere la paz en Ucrania, pero se podría sentar en una mesa de negociación con participación de líderes mundiales y ello significaría el fin de su aislamiento político», ha indicado. Podría «sentarse, hablar y no lograr un acuerdo». Esta situación «le beneficiaría», ha asegurado. «Sería la destrucción de su aislamiento, construido por el mundo civilizado a costa de la muerte de ucranianos», se ha lamentado.