El equipo de campaña del candidato presidencial republicano Donald Trump presentó el martes una queja ante la Comisión Federal Electoral, argumentando que la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, no podía hacerse cargo legalmente de los fondos recaudados por la campaña de reelección del presidente Joe Biden. El presidente demócrata, de 81 años, respaldó a Harris desde el mismo momento en que decidió poner fin a su candidatura a la reelección el pasado domingo.
Harris se hizo rápidamente con el control de las cuentas de la campaña de Biden y el lunes por la noche comunicó que ha obtenido el apoyo de una mayoría de los delegados que en la convención del partido del mes que viene determinarán al candidato. La lucha por las cuentas, que tenían unos 95 millones de dólares en el banco a finales de junio, es parte de un esfuerzo de los republicanos para obstaculizar la candidatura de Harris a encabezar la lista demócrata.
La campaña de Trump argumentó que Harris emprendió una «descarada apropiación de dinero», según el documento registrado de David Warrington, abogado general de la campaña del magnate y expresidente. En la denuncia, que fue compartida con Reuters, Warrington denuncia que Harris está en proceso de cometer lo que describió como la «mayor violación de financiación de campaña en la historia de Estados Unidos». Saurav Ghosh, abogado del Campaign Legal Center, un observatorio independiente, cree que, dado que Harris ya formaba parte del equipo «Biden for President» como candidata a la vicepresidencia, su reclamación del dinero debe estar asegurada.
En cualquier caso, es poco probable que los reguladores electorales resuelvan la cuestión antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. La campaña de Harris dice haber recaudado 100 millones de dólares desde el domingo, cuando Biden se retiró de la campaña y la apoyó públicamente, superando en pocos días la cifra que le quedaba a Biden. «Los republicanos pueden estar celosos de que los demócratas estén energizados para derrotar a Donald Trump y sus aliados MAGA, pero las reclamaciones legales infundadas —como las que han hecho durante años para tratar de suprimir votos y robar elecciones— solo los distraerán mientras inscribimos voluntarios, hablamos con los votantes y ganamos estas elecciones», dijo el portavoz del equipo de campaña de Harris, Charles Kretchmer Lutvak.
Por su parte, Rusia no se hace ilusiones respecto a posibles cambios en la política de EEUU hacia este país tras las elecciones presidenciales de noviembre, independientemente de quién sea el nuevo presidente estadounidense, señaló en rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. «Sean cuales sean los giros democráticos en las elecciones estadounidenses (...) la rusofobia y la valoración de Rusia como un enemigo existencial de EEUU están acuñadas en sus doctrinas».
Por tanto, según la portavoz del Kremlin «no nos podemos hacer ilusiones respecto a los citados personajes del teatro político electoral norteamericano». Zajárova calificó de «poco transparente» la situación creada en torno a la decisión del presidente Biden de retirarse de la campaña electoral tras «cederle el paso, evidentemente bajo presión, a la vicepresidenta Harris». Volvió a negar que Rusia interfiera en las elecciones estadounidenses al señalar que «nunca interferimos antes, no lo hacemos ahora y no tenemos previsto hacerlo en el futuro».