Al menos dos niños y un cuidador murieron el sábado en un bombardeo contra un hospital pediátrico en Al Fasher, la capital del estado sudanés de Darfur Norte y escenario de violentos combates entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), denunció este domingo Médicos Sin Fronteras (MSF).
La ONG denunció en un comunicado que el ataque aéreo del Ejército impactó a unos 50 metros del hospital pediátrico Babiker Nahar, apoyado por MSF, y la explosión provocó «el derrumbe del tejado sobre la unidad de cuidados intensivos (UCI) y con ello la muerte de dos niños» que recibían tratamiento, así como la de un cuidador. El bombardeo dejó el hospital fuera de servicio, pese a haberse mantenido operativo tras más de un año de guerra y ser uno de los pocos centros pediátricos activos en Al Fasher, la única gran ciudad de los cinco estados de Darfur en manos del Ejército y que los paramilitares están tratando de tomar.
El coordinador de emergencias de MSF, Michel-Olivier Lacharité, dijo en el comunicado que 115 niños recibían tratamiento para malaria, neumonía, diarrea y desnutrición en ese hospital, que fue saqueado al comienzo de la guerra, y que recibía derivaciones de todo Darfur debido a la violencia en otros estados de la región. «Ahora contamos con un hospital menos, justo cuando intentábamos ampliar nuestra respuesta en Al Fasher», lamentó el responsable de MSF.
Esta tragedia se produjo un día después de que se iniciaran unos intensos choques en la capital de Darfur Norte en los que la ONG contabilizó al menos 25 muertos y unos 160 heridos, entre ellos 31 mujeres y 19 niños. Precisamente, este domingo la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) denunció que estos choques dejaron al menos 27 muertos y manifestó su preocupación por el empleo de «armas pesadas» en Al Fasher, donde residen aún unas 1,5 millones de personas, de las cuales 800.000 son desplazados.