Al menos 29 personas murieron en un ataque yihadista en el estado de Borno, noreste de Nigeria, confirmaron a EFE fuentes castrenses del país africano. Según una fuente militar, que solicitó el anonimato, un gran número de yihadistas pertenecientes al Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas en inglés) atacaron una base militar de la localidad de Malam Fatori y mataron a nueve soldados.
«Atacaron la base pasada la medianoche del sábado. Nuestros hombres trataron de repeler el ataque y se enfrentaron a ellos en un combate con armas de fuego que duró horas. Perdimos nueve hombres», dijo dicha fuente por teléfono.
«Diez de nuestras tropas resultaron heridas en el ataque y están recibiendo atención médica», añadió al señalar que la base militar sufrió «daños considerables». Según la misma fuente, también murió un número indeterminado de policías. Tras el ataque a la base, los yihadistas atacaron a los civiles del pueblo, matando a un número no especificado. Según Muhammad Goni, líder de las Fuerzas de Trabajo Conjuntas (JTF, en inglés) -grupos armados de autodefensa civil que ayudan a las Fuerzas Armadas nigerianas en la lucha contra el yihadismo en el noreste- al menos 20 civiles fueron asesinados por los yihadistas durante el ataque.
«Hemos recuperado 20 cuerpos después del ataque. Los terroristas estaban matando a todo el mundo en Malam Fatori», señaló Goni a EFE por teléfono. «Los militares fueron atacados al mismo tiempo, por lo que no llegó ayuda de ninguna parte, y nuestra gente quedó a merced de estos terroristas», añadió al señalar que incendiaron muchas casas y algunos edificios públicos también sufrieron daños.
El noreste de Nigeria es blanco de ataques de Boko Haram desde 2009, una violencia que se agudizó a partir de 2016 con la aparición de su escisión, el ISWAP. Ambos grupos buscan imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur. Boko Haram y el ISWAP han matado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos gubernamentales y de la ONU.