Estados Unidos «nunca» tomaría acciones contra el gasoducto Nord Stream 2, afectado por fugas que los aliados califican de sabotaje, pese a haberse posicionado en contra del proyecto al considerar que minaría la independencia europea de Rusia, explicó este jueves la embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smith.
«Estados Unidos nunca ha indicado que fuera a dar ningún paso proactivo» contra el Nord Stream 2, indicó Smith en una conversación con un grupo de medios, entre ellos Efe. La diplomática afirmó que su país «no tiene nada que ver con las fugas que están ocurriendo» en el gasoducto y tildó «absurdo» que alguien pueda decir lo contrario. Smith respondió así a una pregunta sobre la posición del presidente de EE. UU., Joe Biden, sobre el gasoducto antes de que comenzara la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero.
Biden había alertado de que ese nuevo gasoducto podría incrementar la dependencia energética europea de Rusia y, por lo tanto minar su seguridad, y en marzo del año pasado había pedido a todas las empresas que participaban en su construcción que abandonaran el proyecto «inmediatamente». Rusia, por su parte, acusaba a EE. UU. de querer sustituir el carburante ruso por su gas natural licuado, más caro que el ruso. Smith zanjó que Moscú está utilizando una amplia gama de «ataques híbridos» y garantizó que en la OTAN «conocemos su manual, estamos muy familiarizados con él».
En concreto, citó métodos como la coerción económica o energética, la desinformación o la influencia maliciosa, «herramientas de las que depende Rusia para dividir a los socios transatlánticos o debilitarnos». Preguntada por la posibilidad de que un aliado pueda recurrir al artículo 5 de la OTAN sobre la defensa colectiva -según el cual ante un ataque el resto de aliados sale en su defensa como uno solo-, la embajadora remitió al «fuerte lenguaje» que los aliados han utilizado en una declaración aprobada hoy sobre el «sabotaje» de los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2.
«Quiero dejar que la declaración hable por sí misma. Está muy claro. Cualquier declaración que aprueba la OTAN tiene que ser acordada por los 30 aliados. Creo que los 30 aliados se reunieron y decidieron que necesitaban enviar un mensaje sobre que habría -esas palabras fueron escogidas bastante deliberadamente- una responsa unida y determinada», resumió Smith. La diplomática estadounidense indicó que aún tienen que «saber más sobre lo que ha pasado». «Me gustaría volver sobre esto en un momento posterior. Ahora mismo tenemos que entender mejor cómo ocurrió esto y quién es responsable. La OTAN está teniendo conversaciones en curso sobre ello», comentó.
Smith dijo que, tan pronto como todo el gas haya salido de los gasoductos, los países podrán enviar equipos allí para evaluar la situación. La diplomática apuntó que el grupo de contacto para Ucrania, con medio centenar de países interesados en apoyar a Kiev a defenderse del invasor ruso, volverá a reunirse el 12 de octubre en Bruselas, coincidiendo con la reunión que iniciarán ese día en el cuartel general de la OTAN los ministros de Defensa de los aliados.
La embajadora dejó claro que los referendos organizados por Rusia en los territorios ocupados en Ucrania no tienen «ningún significado» para los aliados, que seguirán proporcionando el mismo respaldo a Kiev, dijo. Aseguró que Ucrania tendrá el mismo derecho a defender la integridad de todo su territorio pese a que el Kremlin acuerde la anexión de esos territorios. Sobre las amenazas nucleares del presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que se trata de una «retórica extremadamente peligrosa» si bien, por el momento, «no vemos indicaciones de que estén preparando el uso de ningún elemento de su arsenal nuclear». «El hecho de que Rusia optase por utilizar cualquier parte de su arsenal nuclear resultaría en consecuencias catastróficas», concluyó.